viernes, 7 de febrero de 2014

VIAJES QUE NUNCA HARÉ: BAIKONUR, KAZAKSTÁN.

Para querer ir a Baikonur hay que estar muy loco, pero para querer organizar un viaje con el único objetivo de ir a Baikonur hay que estar loco de remate. Afortunadamente, yo solo estoy loco. He dejado lo de remate para más adelante.



Baikonur evoca en mi multitud de imágenes, casi todas relacionadas con la guerra fría, la carrera espacial y la extinta unión soviética. Para quien no lo sepa, Baikonur está en Kazakstan, antigua ex república sovietica y hoy dia independiente. El cosmódromo, como lo llamaban los rusos, se encuentra al sur del pais, a unos 200 kms del mar de Aral, y ocupa una superficie similar a la de Moldavia. Cuando se produjo la independencia, Rusia llegó a un acuerdo con Kazakstan para continuar usando el Cosmodromo a cambio de una cantidad anual de dinero, por este motivo en Baikonur mandan los rusos, aunque esté en suelo kazajo. En principio, se construyó como una base para el lanzamiento de misiles, pero posteriormente derivó hacia uso espacial.

¿Porqué ir a Baikonur?. Buena pregunta. Yo siempre he querido ir a las estrellas y este lugar, por muy terricola que sea, es quizás lo más cerca que pueda llegar a estar de ellas. Baikonur es historia espacial pura. Lanzamiento de cohetes, de misiles, de naves tripuladas, de satélites, punto de conexión con la estación espacial.. Baikonur es un puerto espacial. Las naves y cohetes que despegan de aquí no van a Nueva York ni a Paris, van al espacio. Aquí mismo inició su aventura el gran Yuri Gagarin, primer hombre en viajar al espacio exterior.


Yuri Gagarin 
Fantaseo con pasear por un Baikonur para mi solo, admirando las dimensiones de torres de lanzamiento, cohetes, estructuras, maquinarias, trenes y edificios de todo tipo de este enorme complejo. En Baikonur todo es enorme, quizás para recordarnos lo insignificante que somos, tal y como hace el firmamento cuando lo observamos en una noche despejada. Pasaría el tiempo deambulando, escuchando el viento de la estepa, disfrutando el silencio de la enormidad, observando los amaneceres y atardeceres, viendo como despegan los cohetes, tomando fotos...soñando con ir en una de esas naves.




Kazakstan y Baikonur están fuera de lo que llamo zona de confort. Jamás es mi vida he estado en un lugar que pueda siquiera parecerse a este en algo. No se parece a nada que yo conozca, y sin embargo, siento como si yo perteneciese a ese lugar desde siempre. Es un lugar para locos, para frikis, para soñadores. ¿Que no daria yo por presenciar el lanzamiento de una Soyuz, por sentir el estruendo de los motores en el momento de la ignición, por ver la estela de fuego que va dejando, por seguir con la mirada la nave hasta dejar de verla?.








No todo es agradable en Baikonur. Se trata de un lugar poco accesible, en cierto modo fantasmagórico, en régimen militar, donde de alguna manera, el sistema de la vieja URSS se mantiene y donde los rusos imponen su ley. No resulta facil acceder a Baikonur, y cuando se consigue, hay que pagar una cantidad muy alta de dinero. Podeis ver un buen documento en el video a continuación. Se trata de un reportaje interesante y bastante reciente con el que haceros una idea de las cosas que se pueden encontrar alli ahora.




Por otra parte, llegan rumores y noticias sobre contaminación debido al alto numero de lanzamientos que se realizan aquí al año, aproximadamente un 70% de todos los que se realizan en el mundo. Lanzar en Baikonur es barato. Como sabeis, los cohetes se van desprendiendo por fases conforme ascienden, y los restos caen a lo largo de la estepa, donde muchos locales se apresuran con sus camionetas a la caza de los mismos.

Como veis, no faltan razones para viajar a Baikonur ni a Kazakstan, pais que va a aparecer más veces en esta serie de viajes imposibles, pues guarda verdaderas joyas para los amantes de la aventura.

Espero que te haya gustado este post. Si alguna vez desaparezco, si alguna vez decido perderme, búscame en la inmensidad de este pais.

Si alguna vez pierdes tu inspiración, recuerda que no eres otra cosa que polvo de estrellas.

Carpe Diem.

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