Hace bastante que no actualizo y no es precisamente porque me haya estado tocando las narices... Desde que decidí competir en el Trisur no he parado de entrenar, entrenar y entrenar. De hecho, este verano he competido muy poco para centrarme en la preparación de la carrera.
La temporada está ya muy avanzada y llevo entrenando desde principios diciembre, y eso se nota. Las piernas ya no responden, no tienen frescura, pero sobre todo cuesta cada día más vencer esa vocecita que te pide que te quedes en casa y no vayas a entrenar. Tengo claro que la temporada que viene la planificaré de forma muy distinta, con algun descanso en medio, o bien con un final a finales de agosto. No vuelvo a alargar tanto un temporada.
Desde mi último post, las semanas se han venido desarrollando de forma similar. Lunes para nadar alrededor de los 3kms y trabajar la fueza en el gimnasio. Martes para hacer series de velocidad en la pista de atletismo (para mi se quedan esas tardes de agosto a 38ºC con la pista vacía), miercoles sesión de bici, con series de 15kms acoplado a ritmo fuerte, jueves para rodar a pie (14-16kms), viernes vuelta a la piscina para nadar otros 3kms recuperando las piernas (si descansar un día de la bici y correr se puede llamar descansar). Para los sábados queda reservado el plato fuerte: dos horas de bici con series a ritmos fuertes y al llegar a casa (sin descansar) 40 minutos de carrera a pie a ritmos altos. Los domingo son para la salida larga de bicicleta, de entre 3 y 3:30 horas. De esta forma he ido acumulando kilómetros y kilómetros, sobre todo en bicicleta, desarrollando mi fondo. Sin embargo, noto que he perdido chispa y frescura, aunque aun tengo tiempo de afinar antes de la carrera.
Lo peor, con diferencia, ha sido entrenar los días de calor. Esos en los que la tele recomienda no salir de casa. Los de alerta naranja. Afortunadamente, parece que esas olas de calor han remitido por fin y se vuelve a disfrutar de correr y salir en bicicleta.
La pista entera para mi. 38ºC marcaba el termómetro. |
Para darme un alegría y salir un poco de la rutina de entrenamientos me inscribí en una travesía a nado que tuvo lugar el día 25 de agosto, la VII Travesia a Nado Piccoco Playa de Regla, en Chipiona y en el XV Triatlon Villa de Estepona que tenia lugar al día siguiente. Es una prueba en la que participe el año pasado y me gustó mucho. De esta forma, el viernes 24 salí de Madrid dirección Chipiona con todo el material.
Nunca antes había participado en una travesía a nado, y el hecho de que se celebrase allí, donde siempre he pasado parte de los veranos y donde está mi familia, me terminó por decidir. La distancia de la prueba eran 1.500 metros, es decir, la misma distancia que se nada en el triatlon olímpico. La experiencia fue muy buena, y tengo claro que el año que viene repito, aunque el nivel fue altísimo. Mi tiempo fue de 22:29, similar a mi mejor marca, algunos segundos por debajo. Obtuve el puesto 45 de la general y el 11 de mi categoría de edad. Ganó un chico sub20 con un tiempo de menos de 17 min (que cabrón!).
Me divertí mucho nadando aquella mañana de agosto. No le mires el culo a la compañera, que te veo. |
La carrera en Estepona era de distancia sprint (0,75-20-5) y el año pasado me dejó buen sabor de boca. Me desperté a las 5am en Chipiona y puse rumbo a Estepona, donde llegue sobre las 7:30 horas. Recogi mi dorsal e hice el check in de material y me dirigí a la playa para calentar. Cual fue mi sorpresa cuando veo que todo el mundo lleva neopreno. Jamás hubiera imaginado que en el mediterráneo, en agosto, el agua bajaría de los 19º C, pero asi fue, por lo que su uso estaba permitido. El hecho de que el mar estuviese plagado de medusas tambien contribuyó a que todo el que tuviera lo usara. Yo no tenía, y la idea de atravesar un banco de medusas "a pelo" no me molaba en absoluto (el año pasado me llevé una picadura en el cuello). El caso es que le eché valor y decidí competir (hubo muchos que no). Mi natación fue mala. Las cosas claras. Mi bici bastante mejor que el año anterior (mandaría cojones que no lo fuera, con los kms que me estoy metiendo), pero la carrera a pie fue lo que mejor sensación me dejó. Volvi a disfrutar corriendo y volví a sentirme competitivo como el Castellón. El entreno se nota. Mi tiempo fué de 1:15:48, casi 6 minutos menos que el año anterior, obteniendo el puesto 100 de los 328 que llegamos a meta.
Un hombre se negó a hacerme la foto porque llevaba la camiseta del SFC. |
Después de la carrera, me monté en el coche y volví a Madrid, donde llegué por la noche. A la mañana siguiente me fui a Galicia donde disfruté de unos maravillosos días de relax. Kilómetros y más kilómetros. Así se ha pasado mi verano del 2012. Nadando. Pedaleando. Corriendo. Conduciendo. Soñando. Soñando con un desafío. Con un objetivo. Con superarme. Espero que el vuestro haya sido tan intenso como el mío.
Falta poco más de un mes para que llegue el 13 de octubre, el gran día. Sigo preparándome duro, día a día, pero soy consiente del desafío al que me enfrento. Este tipo de distancias debe entrenarse muy bien, y aun así no hay garantías. De nuevo, las cosas claras: no las tengo todas conmigo, pero me dejaré la piel, aunque mi objetivo no sea otro que ser un humilde finisher.
Carpe Diem.
No hay comentarios:
Publicar un comentario