Desde que decidí ser triatleta, hace ya unos 4 añitos, en mi mente siempre estuvo la idea del Ironman. Cruzar esa meta después de interminables horas de carrera, medio muerto, es una imagen recurrente que se repite en mi cabeza una y otra vez. El triatlon me ha dado algo que no había sentido nunca por nada: una pasión.
Las tres temporadas anteriores, en las que prácticamente aprendí a correr y a pedalear, y los muchas competiciones en las que he participado de atletismo, ciclismo y triatlon no han sido otra cosa que la antesala de la presente. Esta año participaré en mi primer Ironman, y para ello he elegido la carrera que mejor que viene teniendo en cuenta mi actual residencia. Mi debut en Ironman será en el Ironman de Cozumel 2014, el próximo 30 de noviembre, para el que faltan, a fecha de hoy, 307 días, aunque yo ya he empezado a prepararme y me siento hipermotivado.
Como preparación, correré el Iroman 70.3 (o medio Ironman) de Monterrey, que tendrá lugar el próximo 16 de marzo, donde espero comprobar como van realmente las cosas y, si es posible, mejorar mi actual marca (aunque realmente no serían carreras comparables dado en Sevilla la bici tiene 2 puertos y Monterrey es llano).
En primavera y principios de verano esperan los eventos ciclistas, el Gran Fondo New York, de 100 millas, y la 4 edición del reto Cancun-Chichén Itzá, de 212 Kms, en el que ya participé en la pasada el año pasado. Aquí os dejo un vídeo del Gran Fondo de NY para que os hagáis una idea. Ambos eventos son únicos y emocionantes, cada uno a su manera.
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| El año pasado el calor fue espantoso. |
Tras el maratón, volveré a la bici y participaré en otro medio Ironman. Casi seguro será Cozumel, aunque la verdad es que no está decidido y busco algo que me cuadre, quizás fuera de México. ¿España?.
Y por último, el Ironman. El sufrimiento y la gloria unidos en un terrible matrimonio.
Nos vemos en la meta.
Carpe Diem.
